Un servicio de Registro de marcas es un trámite que se realiza ante una entidad oficial para obtener la protección legal de un signo distintivo que identifica a un producto o servicio en el mercado. El registro de una marca otorga al titular el derecho exclusivo de usarla y evitar que otros la usen sin su consentimiento. El registro de una marca suele tener una duración limitada y renovable, y puede abarcar uno o varios países según el tipo de solicitud.

En España, la entidad encargada del registro de marcas es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), que ofrece diferentes modalidades de solicitud: nacional, comunitaria o internacional.

La solicitud nacional es la más común y permite el registro de la marca en territorio español. Para realizarla es necesario presentar una solicitud con los datos del solicitante, la clase de productos/servicios para los que se solicita la marca, una descripción de la marca y los documentos necesarios para acreditar la representación.

La solicitud comunitaria de marca permite proteger una marca en la Unión Europea, para lo cual es necesario presentar una solicitud ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea y los documentos necesarios para acreditar la representación. La solicitud internacional de marca permite proteger una marca en varios países al mismo tiempo. Se realiza a través del Protocolo de Madrid de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), aunque la solicitud se presenta ante la OEPM y se debe presentar una descripción de la marca y los documentos necesarios para acreditar la representación.