Es una iniciativa de formación profesional para el empleo que tiene por finalidad responder a las necesidades específicas de formación detectadas por las empresas y sus trabajadores. La formación de demanda laboral está integrada por las acciones formativas de las empresas y los permisos individuales de formación (PIF).

Para presentar una demanda laboral ordinaria, se deben cumplir unos requisitos de forma y contenido establecidos en la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social Además, se debe presentar una solicitud a la agencia de desarrollo local en la que se describe el tipo de formación solicitada, el número de personas a capacitar, los objetivos de la formación y el presupuesto estimado. Si se acepta la solicitud, la agencia de desarrollo local asignará un equipo de profesionales para gestionar el proceso. El equipo empleará herramientas de evaluación para determinar la mejor formación para la empresa y los trabajadores, y se desarrollará un plan de formación personalizado para cada trabajador.

El equipo también facilitará la financiación de la formación y elaborará los documentos legales relacionados con el proceso. Una vez aprobada la formación, se desarrollará un plan de seguimiento para evaluar los resultados obtenidos.